En el Valle de Aburrá, un espectáculo natural se despliega cada año: el paso de 50 especies de aves migratorias. Sin embargo, con este fenómeno también vienen desafíos significativos. En lo que va del 2024, el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación (CAVR) ha atendido a 18 aves migratorias en situaciones de emergencia, siendo el ruido, las edificaciones y la contaminación lumínica los principales obstáculos para su supervivencia.
El supervisor del CAVR, Andrés Gómez, destaca la importancia de proteger a estas aves durante su travesía. Entre las especies atendidas se encuentran el atrapamoscas verdoso, el gavilán migratorio, el cuco americano y el sirirí migratorio, entre otras. La diversidad de especies, que incluye desde patos hasta golondrinas, refleja la magnitud de este fenómeno migratorio.
El paso de estas aves por áreas urbanas presenta riesgos adicionales, desde la pérdida de hábitat hasta colisiones con edificios. Es por ello que el equipo del CAVR hace un llamado a la comunidad para reportar cualquier emergencia relacionada con aves migratorias al 3046300090, disponible todos los días de 6:00 a.m. a 10:00 a.m., incluso a través de WhatsApp.
Proteger a las aves migratorias es fundamental no solo para preservar la biodiversidad, sino también para mantener el equilibrio de los ecosistemas. En el Valle de Aburrá, cada esfuerzo cuenta para garantizar un paso seguro y sin contratiempos para estas magníficas criaturas aladas.
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